El pasado falangista de José Antonio Griñán (PSOE)
“Corría el año 1967, y un joven de
nombre de pila, José Antonio acompañaba a sus tíos Rafael y Juan
ataviado con una camisa azul bajo una zamarra gris, como otros muchos
jóvenes, a rendir homenaje al primer estudiante falangista asesinado en
1934, Matías Montero, a unos cientos de metros de su
casa, en la calle Juan Álvarez de Mendizábal, organizado por el
falangista Sindicato Español Universitario (SEU). Tras rendirle homenaje
como uno más, respondiendo a los lemas nacionalsindicalistas de rigor,
con unos sonoros ¡Presente! y tras el himno del Cara al Sol se
trasladaron juntos a la capilla del Colegio Mayor José Antonio, en la
Ciudad Universitaria para escuchar una misa en honor al heroico
estudiante falangista, en el entonces 33 aniversario de su asesinato.
Esa es una historia normal y por aquel entonces corriente, si no fuera
porque ese joven de nombre de pila José Antonio, se apellida Griñán
Martínez, y es hoy el presidente del PSOE, con despacho en la hoy sede
socialista que tiene a unos escasos metros de donde sucedió ese
homenaje. Tras el acto, acudió a la amplia casa que los Martínez Emperador tenían
en la calle Alberto Aguilera, para tomar un refrigerio, como era
tradicional en la familia. Después se marchó sólo a su casa, también
situada muy cerca, en la glorieta de San Bernardo”. Así lo cuenta el
libro, “El pasado azul oculto de muchos españoles”, y que lleva preparando desde hace más de diez años el historiador sevillano Luis Brotons,
y basado en conversaciones con destacados falangistas y a cuyo borrador
casi terminado, ha tenido acceso Diario El Aguijón. El libro verá la
luz el próximo mes de junio, y por sus páginas discurren destacados
dirigentes actuales, no sólo del PSOE sino de otras formaciones
políticas, como el Partido Popular, Izquierda Unida o UPyD.
Fotos de Griñán en el Centro Social Manuel Mateo
Según cuenta el autor del libro, la
escena le fue narrada con todo lujo de detalles por el Jefe Provincial
de Falange Española de las J.O.N.S. Antonio Ruiz Valera,
en varias conversaciones que mantuvo con el líder falangista en la casa
de este en el madrileño Paseo de Reina Cristina, quien le aportó una
fotografía de un joven José Antonio Griñán conversando con otros jóvenes
en el Centro Social Manuel Mateo situado
casualmente también en la calle Ferraz. El Centro era la sede declarada
de muchos opositores falangistas al Régimen de Franco, y de hecho allí,
se realizaron muchas reuniones de sindicalistas como Marcelino Camacho, Julián Ariza o Ceferino Maestú, que cuajaron en la fundación de Comisiones Obreras y todos ellos detenidos en el famoso Proceso 1001 en 1968.
Pegado a las faldas de su tío
Precisamente, el veterano sindicalista Ceferino Maestú,
falangista y fundador de Comisiones Obreras, también recuerda al joven
José Antonio Griñán por aquellos locales, según testimonio recoge el
libro de Luis Brotons, junto al de varios falangistas más compartieron
aquellas vivencias con Griñán. Un joven José Antonio Griñán, que se
identifica en el libro como “siempre pegado a las faldas de su tío Rafael Martínez Emperador”, entonces Magistrado de Trabajo, y asesinado por ETA en febrero de 1997.
El propio Griñán reconocería años más tarde, que Rafael Martínez
Emperador, no sólo era su tío, sino que incluso era uno de sus mejores
ayudas mientras fue Ministro de Trabajo, e incluso le ayudó mucho en la
elaboración de la Reforma Laboral.
Estudiante de oposiciones a Inspector de Trabajo e hijo de un oficial del Cuarto Militar de Franco
La presencia del hoy presidente del
PSOE, José Antonio Griñán en aquellos ambientes, no era sospechosa de
producirse por infiltración, puesto que su padre, Octaviano Griñán Gutiérrez era
un conocido oficial del cuarto militar del Generalísimo Franco,
Regimiento de la Guardia de su Excelencia el Jefe del Estado, destinado
en El Pardo, y toda su familia era una destacada familia adicta al
Régimen. Los falangistas que le recuerdan y que desfilan esos recuerdos
por el libro de Brotons, apuntan que era un joven listo y aplicado que
estaba estudiando entonces las oposiciones para inspector de trabajo,
oposiciones que aprobaría finalmente en 1969. Tampoco era difícil verle
con su otro tío Juan Martínez Emperador por esos círculos. Juan fue uno de los fundadores de Alianza Popular junto a Manuel Fraga,
partido en el que recaló tras colgar la casaca blanca del Movimiento
Nacional, como otros muchos de la época, y partido que abandonó por
discrepancias sobre la inclusión de la autonomías en la Constitución,
contra la que votó.
No es que el pasado de José Antonio
Griñán sea único precisamente en la sociedad española, pero sí, que
quienes suelen señalar con el dedo a otros por un pasado similiar,
tengan como presidente a alguien con un currículum como el relatado en
el libro de Brotons.
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